"La Familia: una página del Evangelio para nuestro tiempo"

domingo, 8 de abril de 2012

El Momento de la Luz


Poco a poco todo ha llegado a su fin. El cercano olor de las velas apagándose, las sombras de la cera en el asfalto, marcan el fin del principio. Llegaron los días santos de las horas también santas, que marcaron la mejor de las semanas del año. Los días previos, de morados de pasión y negros de luto y penitencia. Los días de júbilo contenido en la moderación de los terciopelos y los damascos, que saben que todo tiene un sentido, y que pronto, muy pronto, la pena será menos pena…


El Resucitado

 El Domingo de Resurrección redoblan las campanas de la Victoria de la Vida, porque nosotros, los cristianos, no celebramos la muerte sino la Buena Nueva y nada de lo acontecido y vivido durante la Semana Santa tendría sentido sin la Pascua de la Resurrección.

 Él nos convoca, nos llama para dar testimonio de lo más grande que ha ocurrido en toda la semana, Jesús ha resucitado. Es el momento de dejar atrás los momentos de desconciertos, de dudas, los momentos de tiniebla. De colores se llena la vida para alegría de los cristianos. Ahora es el momento de la Luz. De esa Luz clara, blanca y nítida que sólo en nuestra tierra de Mª Santísima se puede ver.


La Reina de los Cielos

Porque resucitar con Cristo es rescatar lo bueno que hay en nosotros. Resucitar en Cristo es dar valor a lo que verdaderamente importa, a lo que nunca muere. Resucitar con Cristo es dejar de ser tibio. Es ser y no sólo hacer. Resucitar en Cristo es dejar de lado todo lo que nos impide ser mejores. Resucitar en Cristo es vivir para servir a los demás llenando nuestra vida de Amor y de Caridad. ¡Feliz Pascua de Resurrección!

( Mª Carmen Ledesma, Hermana Mayor del Amor y la Caridad y Pregonera de la Semana Santa 2012, colaboración en  Diócesis de Málaga)

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